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sábado, 31 de octubre de 2009

a orillas...Rocío


Érase una vez una de esas historias en las que se cuentan para no sentirse solo.
Caminando por la orilla de la playa divagando con el pensamiento me senté para jugar con la arena, mirando al frente tuve un presentimiento del cual no me dejaba tranquila evitaba pensar en aquello pero era molesto; y así y todo volvía a tenerlo hasta que de cansancio le preste atención; y era que desde la orilla de un roquerio había una niña parada en la punta mirando así el frente no tenia mas que 17,18 años pero que tenia que estar haciendo parada ahí? como con la intención de querer suicidarse???Pero porque yo tuve esa espina?? ese presentimiento?? Era una prueba que tenia que pasar???Pero porque yo? pensando en todas las interrogantes que se avecinaban a mi cabeza y mirando a la niña reaccione y me levante, estaba quieta como adherida a la arena era sugestión hasta que volví en si y me muevo así donde esta ella. Ya estando detrás solo a unos pasos intento hablarle, le pregunto su nombre: me contesta Roció y ella me habla y me dice que quien era yo y que estaba haciendo allí?? Yo le dije que era Fernanda y que andaba caminando porque necesitaba pensar, distraerme, porque me sentía sola. Por un momento solo era silencio y todo transcurría entre las 2 nada ni nadie había alrededor era extraño intento volver en si y solo oigo un sollozo profundo como si faltara aire, y era ella Roció ahogada en su angustia se intenta sentar y resbala de la roca, yo, intentando sostenerla la levanto para no dejarla caer asustada, temblando, sudando la levanto y la jalo asía mi abrasándola, temblaba me era todo distinto esa noche era extraña agitada con miedo intentaba calmarme para que ella no entrara en pánico...y le hablaba le decía que todo iba a estar bien que nada pasaba que yo la llevaría a su casa que no la dejaría sola ahora ni nunca. Sentadas las 2 en las rocas alejadas de la orilla lloraba y lloraba de lo mas profundo de su alma y con tantas fuerzas que aun tengo marcadas sus manos en mi espalda, la deje llorar para desahogarse completamente de lo que la atormentaba ,mientras yo pensaba en lo que había pasado...luego el silencio se apodero del momento, había dejado de llorar pero me apretaba fuertemente así ella como si tuviera miedo de algo o de alguien; pasamos mucho tiempo allí oyendo el golpe del agua contra las rocas y el aire soplaba fuertemente contra nosotras queriendo decirnos algo, hasta que ella rompió eso, el silencio perturbador que acechaba mi cabeza, que me tenia temblando pero no de frió, sino, de miedo de que podría decirme...o que podría hablarle yo...y me dice !!GRACIAS POR ESTAR JUSTO EN ESTE MOMENTO!!!AUNQUE NO TE CONOSCO CREO QUE ESTABAMOS DESTINADAS A ENCONTRARNOS, TÚ PARA AYUDARME, Y YO PARA ACLARAR TU PENSAMIENTO.. Yo anclada en lo que dijo le pedí que saliéramos de acá y nos pusimos a caminar ella no me soltaba, en eso empezamos un dialogo regularmente fluido en donde descubrí el porque de su angustia. Charlamos mucho intentaba hacerla reír para que pasara el mal rato, en eso ya era tarde habrán sido como las 2 de la mañana así que me ofrecí a llevarla a su casa...tomamos algo para llegar mas rápido y así evitar que pasara algo mas .Nos bajamos y caminamos solo un poco mas arriba me invito a pasar pero le dije que no porque creo que no era el momento pero ella me pidió que esperara un segundo afuera, entro a la casa y yo esperando afuera sentada en la vereda sin pensar en nada dejando mi mente en blanco, Roció sale y me pasa un papel y me da un beso en la mejilla y se entra a su casa ,yo parada sin entender abro el papel y era su contacto para ubicarla.Tomando mi camino de retorno a mi casa pensando en lo sucedido y en lo dicho por ella entendí varias cosas de las cuales uno las tiene pero no las quiere entender aparte tanta gente te puede rodear pero: donde están las verdaderas personas que te siguen??

Pasaron los días y yo no estaba segura si llamar a Roció o dejar que la vida nos vuelva a reencontrar aunque prefiero que sea un reencuentro distinto. Y no se hoy desperté con la intuición de que debería llamarla y lo hice, conversamos me dijo que me había olvidado de ella y bueno le explique lo que me pasaba y lo entendió así que quedamos de volver a juntarnos en la playa para charlar porque ella quería darme algo por haberla ayudado en aquel espantoso momento....bueno yo lo hice sin la intención de esperar algo a cambio...aparte lo que tu me puedes dar ya lo hiciste y estoy mas que agradecida contigo por eso, así que no te preocupes ....

Y esa llamada por teléfono fue agradable con muchas risas frases entre-cortadas dejando a pensar y cosas que seguían surgiendo en ese momento…bueno pero el fin de mi llamada era para saber como estabas y por lo visto la sentía mucho mejor, mas tranquila, estable sin preocupaciones .Ella me pidió que nos juntáramos para charlar y tomar un helado, o algo así, yo accedí, planificamos el día la hora y el lugar. Paso la semana y llego el tan ansiado día del reencuentro, Roció no tuvo problemas en nada y opto por ir a buscarme a la universidad para así emprender nuestro paseo. Caminamos demasiado me llevo a lugares en los cuales había ido antes o talvez no les había prestado atención pero eran precioso, compartimos un helado nos reímos de montones de cosas absurdas, nos sentamos en la arena al lado de una roca inmensa en donde chocaba el agua y el rocío nos humedecía las ropas… ya estaba atardeciendo y el sol descendía lentamente con su silencio nos mostraba la belleza de su atardecer ,las dos abrasadas con un poco de frió por nuestras ropas húmedas pero sin ganas de movernos de ahí, felices ambas del momento que transcurría, ella lo interrumpe diciéndome:: NO TE SIENTAS SOLA, YO ESTARE AHÍ SIEMPRE CUANDO NECESITES!!! Yo sin decir nada pero sintiéndome bien por lo que dijo descanse como cuando el alma descansa así me sentí, liviana y sin peso en mi espalda. Ya se hacia tarde y era hora de marcharnos no quería ni ella tampoco pero debíamos hacerlo. Caminado así el paradero esperábamos ambas nuestro destino a casa, justo ahí se avecinaba el de ella así que nos despedimos, yo le pase mi contacto para cualquier cosa que quisiera ahí estaría, Roció sube y parte el chofer sin marcha atrás; yo aun esperando el mió sin señal de aparecer decidí caminar.

Ya relajada y completamente feliz por lo sucedido esa tarde y sin darme cuenta de lo tan cerca que ya estaba de casa. Lo que nunca nadie pudo sacar ella con dos veces que nos vimos logro hacerlo…más que agradecida y feliz de haberla conocido, pensando en la tarde genial que pasamos.

Bueno ahora nos seguimos comunicando, viéndonos para compartir un instante agradable y mejor que los anteriores. Cada vez que nos volvemos a juntar es genial en la forma en que congeniamos, y nos tratamos y referimos al hablar, creo que esa interacción nunca la tuve con alguien y ahora que la tengo la estoy aprovechando al máximo. Lo único que puedo decir ahora y en adelante es GRACIAS!!! Por haberme ayudado a entender y cuestionar lo que pasaba conmigo en tiempos atrás .GRACIA ROCIO.



Bueno es claro que este tipo de enseñanzas te dejan mucho para aprender y pensar que la vida es una sola y que no hay que buscar terminarla todo tiene su tiempo y momento.
No desperdicies el tuyo aprovecha cada momento sea como sea y con quien estés, porque la vida se compone de momentos mágicos. Solo de momentos.


jueves, 26 de febrero de 2009

Las pelirrojas son diferentes. Cristina Padìn Barca

Capítulo 1.

Con sabor a caramelo…

- Qué aburrimiento…>br> - Ya ves, un rollo de tarde…
Eran dos, y entre las dos no sumaban cuarenta años. Almudena acababa de cumplir dieciocho,
una niña bajita y rubia, con los ojos muy azules y la sonrisa muy pícara. Lucía tenía diecinueve, se
trataba de una joven pelirroja, de divertida mirada verde, con el rostro cubierto de pecas. Una
estudiaba Derecho, la otra Ciencias Políticas.
Compartían dormitorio en una residencia de estudiantes…
- Qué podemos hacer para pasar el rato?.
Fuera, llovía. La tarde de noviembre, pesada y fría, caía sobre sus ánimos con la fuerza de una
losa. Las hojas llenas de apuntes permanecían mudas, también aburridas, esparcidas sobre sus
mesitas de estudio, a ninguna de las dos las seducía la idea de ponerse a empollar.
- Mira…- dijo Almudena.
Se había tumbado en la cama, su postura conseguía que se le levantara la falda abollonada que
vestía, le quedaba al descubierto casi la totalidad de la pierna, la pantorrilla, firme; la rodilla,
huesuda; el muslo, suave… Se entretenía lamiendo un chupa-chups, de fresa, una perfecta bola
rosácea que ella introducía lentamente en la boca; penetraba, el caramelo, la diminuta abertura
formada por unos labios frescos y carnosos, era lamido por una lengua juguetona, después salía de la boquita, para muy pronto volver a entrar, ser engullido por esa cueva adolescente ávida de
perversiones…
- Qué quieres que mire?.
- Esto.
Almudena hojeaba una revista, una de esas que leen las jovencitas de esas edades, y se deleitaba observando las perfectas abdominales de un famoso futbolista. El astro del fútbol regalaba un
gesto agradable desde su posado perfecto, en una playa africana, y lucía un cuerpo de escándalo. - Mmmmmm, está bastante bueno.
- ¿Bastante?. Dirás que está buenísimo. Dónde has visto tú a uno mejor?.
- Luis, por ejemplo.
- Luis Ramos?. Es gay.
- Ya… pero está increíblemente bueno. Y Rodrigo también.
- Rodrigo me gusta menos.
Se referían a los chicos que, como ellas, se alojaban en la residencia de estudiantes. A Lucía, de repente, le brillaron los ojos, su mente maquiavélica acababa de vislumbrar una idea.
- Sabe bien el chupa?.
- Prueba- ofreció Almudena- Es de fresa.
- Vale. Con una condición.
La otra niña la miró, divertida…Hacía calor en el dormitorio, y su respiración era bastante agitada.
- Una condición para probar el chupa-chups??.
- Sí. Quiero saborearlo en tus labios. Puedo??. Almudena dudó tres segundos… Lucía sonreía…
- Bueno… vale.
Lucía se acercó a su amiga. Su camiseta blanca era extremadamente ceñida, y, al no llevar ella sujetador, permitía que sus pezones se marcaran con arrogancia. Eran oscuros, puntiagudos, y
apuntaban hacia arriba con esa soberbia que solo se tiene cuando aún no se han alcanzado los veinte años.
Almudena suspiró, algo asustada…
La lengua de su compañera rozó sus labios, tímidamente al principio… Después, se recreó en su geografía, los recorrió con gula, adueñándose del sabor a fresa amarga que desprendían…
después, Lucía quiso ir más lejos, y besó a Almudena… el primero fue un beso suave, corto… Luego, las dos bocas se fundieron, las chicas se abrazaron, el cabello rubio de Almudena se
enredó entre los rizos pelirrojos de Lucía, las lenguas se acoplaron a un baile perfecto, bastante salvaje, y los cuerpos adolescentes se abandonaron a la pasión…
Se besaron durante unos cinco minutos, después, Lucía recobró la compostura…
- Entonces, te ha gustado?, el sabor del chupa?.- inquirió Almudena, que estaba algo cortada. Con
las mejillas encendidas y la voz temblorosa.
- Mucho.
Las dos llevaban falditas cortas, ambas poseían bonitas piernas, más largas las de Lucía, pero también muy torneadas las de Almudena. La piel de sus rostros reflejaba tersura, sus curvas
exhibían líneas sugerentes, sus melenas olían muy bien…
- Sabes?- continuó Lucía, con su acento extremeño- se me ha ocurrido una cosa…
- Dime…- Almudena intuía un juego atrevido. Ella era una chica tranquila, había vivido, hasta la
fecha, pocas aventuras…
- Qué te parece si nos desnudamos, para vernos el cuerpo?.
- La parte de arriba, vale?, hoy sólo la parte de arriba.
Lucía se mostró de acuerdo. Había experimentado más que su amiga, y ya se había acostado con varias mujeres, pero sabía respetar la timidez de Almudena.
- Empecemos…
Se deshicieron de las camisetas, una blanca y otra rosa, las dos cayeron sobre la alfombra. Lucía pasaba de usar sujetador, sus tetas chiquititas no precisaban sostenes, eran redondas, parecían duras, estaban morenas de haber estado ella tomando sol en top-less. Almudena se quitó su
sujetador, una pieza negra delicada y hermosa que dejó al descubierto sus grandes pechos. Eran sólidos, consistentes, enormes, como dos ubres llenas de leche.
- Joder, qué grandes, con la ropa disimulas… Se examinaron a gusto. Almudena recorrió con los ojos, turbada, la insinuante geografía de su amiga, se fijó en su cuello largo, en la elegancia de sus hombros, en la soberbia de esas tetas pequeñas coronadas por unos pezones muy oscuros…
Lucía se comió con la mirada a su compañera, le agradó la femenina curva de su vientre, el suave color de su piel, las tetas, tan grandes que deseó tocarlas y morderlas… Fuera, seguía lloviendo…
- Nos quitamos más ropa?- propuso la pelirroja.- Me apetece ver tu culito.
- Mañana, vale?. Por hoy es bastante.
- Mmmmm, bueno, vale. Con dos condiciones.
Almudena se sonrojó. La situación, además de violentarla un poco, también la excitaba, y eso la hacía sentirse confundida.
- Vale. Qué condiciones?.
- Primera: que respondas a mis preguntas.
- Vale.
Los pechos de Almudena subían y bajaban al compás de su respiración.
- Primera: nunca habías hecho nada así con una chica?.
- Qué va, nunca. Ni siquiera se me había ocurrido.
- Segunda: virgen no eres, no?.
- No.- La joven se rió.
- Que no haya vivido tanto como tú no significa que haya estado encerrada en un convento.
- Tercera: con cuántos te has acostado?.
- Con tres. Con mi novio actual y con otros dos chicos, y tú?.
- Yo?, ni idea… desde los trece, ya ves… unos cincuenta o así… y cuarta y última pregunta: qué es lo que más te gusta de mí?.
- Pues… que seas pelirroja… las pelirrojas son diferentes.
- Sí?, a cuántas conoces?.
- Sólo a ti.- Ah, no es mucho… Vale, ahora, la prueba.
- Qué prueba.
- Una sencillita. Si me dejas que te toque las tetas, no nos desnudamos por completo hasta mañana.
- Uff… bueno, vale. Pero poco. Poquísimo.
- Vale, poco. Pero mañana, nada de ropa, eh?. Y me dejas que te toque el culo.
Almudena sonrió. Lucía acercó sus dedos, delgados, a las enormes tetas de su amiga. Primero simplemente rozó una de ellas, después las tomó entre sus manos, y procedió a amasarlas… las dos respiraban fuerte, luego se concentró en los pezones, los retorció un poco, y los acarició con
una uña.
- Ya.
- Vale, ya. Te ha gustado?.
Almudena dijo que sí, avergonzada. Se había excitado más de lo que ella misma quería reconocer. Mientras su amiga se dirigía al cuarto de baño, para una ducha fría, ella decidió comerse otro chupa-chups. De manzana.Fuera, continuaba lloviendo…